Si mis amantes fueran frutas, quien, por ahora, lleva la medalla de oro sería un melón. El de plata, un plátano. Bronce, un kiwi. El 4º sería como una naranja, el 5º, como una mandarina. Y el 6º, como una sandía.
Esta clasificación es para poder dar un nombre a mis amantes. Que sean frutas, es porque no se me ocurría otra cosa. Y que sean esas, es porque son las que mas me gustan, pero no necesariamente el Sr. Melón, por ejemplo, tiene por que ser dulce, de hecho, era todo lo contrario: salvaje, apasionado, seductor, atractivo,… hacía que me corriera con el simple hecho de morderme el cuello. Aun retumban en mi cabeza la fuerza de los gemidos que salían por mi boca cuando estaba con él. Me excitaba desde que entraba por la puerta hasta dos horas después de haberse ido. Su forma de besarme, de acariciarme, de tocarme era extraordinaria. Pero, preeliminares aparte, no tenéis ni idea de cómo era su forma de follarme. Nunca nadie ha dado tanto en el clavo. Me lo hacía a lo bestia y eso me desataba a mi. No sabía lo apasionada en la cama que podía llegar a ser hasta que le conocí. Me desataba, me volvía loca. Siempre creí que yo era más pasiva, pero nunca olvidaré la forma de moverme mientras botaba encima de él. Dios mío, estaba desenfrenada. Sentado sobre el sofá, con sus manos sobre este y yo moviéndome a horcajadas sobre su apreciado miembro. He de decir, que aparte de ser de orgasmo fácil, soy multiorgásimica, por lo que darme placer a mi, no es difícil con la simple penetración, pero lo del Sr. Melón era cosa de los Dioses del Olimpo. Su fuerza y su rapidez hacían que se me quedara la boca seca, pues no paraba de gemir. Pero lo más asombroso, como he dicho antes, era que podía llegar al orgasmo simplemente cuando me mordía el cuello. La forma tan salvaje de comportarse me ponía a mil. Ha sido el único hombre que me ha hecho perder la cabeza.
Ahora simplemente os he descrito cómo me lo hacía. Otro día, os relato la primera vez que follamos. Os juro que esa noche fue la mejor de mi vida.
Esta clasificación es para poder dar un nombre a mis amantes. Que sean frutas, es porque no se me ocurría otra cosa. Y que sean esas, es porque son las que mas me gustan, pero no necesariamente el Sr. Melón, por ejemplo, tiene por que ser dulce, de hecho, era todo lo contrario: salvaje, apasionado, seductor, atractivo,… hacía que me corriera con el simple hecho de morderme el cuello. Aun retumban en mi cabeza la fuerza de los gemidos que salían por mi boca cuando estaba con él. Me excitaba desde que entraba por la puerta hasta dos horas después de haberse ido. Su forma de besarme, de acariciarme, de tocarme era extraordinaria. Pero, preeliminares aparte, no tenéis ni idea de cómo era su forma de follarme. Nunca nadie ha dado tanto en el clavo. Me lo hacía a lo bestia y eso me desataba a mi. No sabía lo apasionada en la cama que podía llegar a ser hasta que le conocí. Me desataba, me volvía loca. Siempre creí que yo era más pasiva, pero nunca olvidaré la forma de moverme mientras botaba encima de él. Dios mío, estaba desenfrenada. Sentado sobre el sofá, con sus manos sobre este y yo moviéndome a horcajadas sobre su apreciado miembro. He de decir, que aparte de ser de orgasmo fácil, soy multiorgásimica, por lo que darme placer a mi, no es difícil con la simple penetración, pero lo del Sr. Melón era cosa de los Dioses del Olimpo. Su fuerza y su rapidez hacían que se me quedara la boca seca, pues no paraba de gemir. Pero lo más asombroso, como he dicho antes, era que podía llegar al orgasmo simplemente cuando me mordía el cuello. La forma tan salvaje de comportarse me ponía a mil. Ha sido el único hombre que me ha hecho perder la cabeza.
Ahora simplemente os he descrito cómo me lo hacía. Otro día, os relato la primera vez que follamos. Os juro que esa noche fue la mejor de mi vida.
Faltan descripciones de otras frutas... y datos en la descripcion ya escrita. las 2 del medio dia no es muy temprano para pensar en ese tipo de cosas?
ResponderEliminarDatos?? q datos?? y como sabes que faltan?? y tu ya n vas a rugby o al gimnasio? xq stas no son oras xa q estes aqui...
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