Mister Kiwi, o vecinito sexy-cachondo, es un amante bastante curioso. Me encanta el sexo con él, pues la verdad es que la proporción de su miembro es estupenda, pero apenas nunca hemos tenido preliminares como dios manda. Nos enrollamos en el sofá mientras vemos Shin-chan en la tele. Nos vamos desnudando y nos toqueteamos, pero, cielo, creo que deberíamos empezar a darle más vida. Me encanta cuando me penetra en el sofá, o cuando cabalgo a horcajadas encima de él en la alfombra. Me derrito de placer cuando acaricia mi parte más íntima, pues pocos me han hecho eso y es algo que agradezco mucho. Prometo que la próxima vez estaré de una forma que me encuentre más cómoda. Me pondré las medias con liga de encaje que he comprado para fantasías y demás. Incluso, si me lo pides, me vestiré de secretaria cachonda a las órdenes de su calentorro jefe. Pero para ello, antes tendremos que hablarlo.
En el caso de que ocurra esto, comenzaré a juguetear contigo. Mi mano se deslizará entre tus pantalones. Los botones de mi blusa se desabrocharán de repente dejando al descubierto un sujetador muy sexy. Me pondré de rodillas y lameré lo que escondes en tu entrepierna. Lo chuparé delicadamente mientras mimo tus huevos. Te masturbaré a la par que mi lengua juguetea y tu miras divertida y picaronamente. Al poco, con un sutil descuido mi falda se caerá, dejando a la vista unas braguitas muy sugerentes. Me sentaré encima de ti mientras te beso, mientras recorro tu cuello, tu nuez,... Te quitaré la ropa que sigas teniendo encima. Me desharé del sujetador y deslizaré mis braguitas sexys, pero no me quitaré ni las medias ni los zapatos, a lo peli porno. Me tumbaré sobre el escritorio y calentarás un poco más mi zona íntima, a pesar de que no lo necesite. Y me penetrarás. Primero despacio, luego irás subiendo la velocidad. Tocarás mis senos mientras, me pondrás muy duros los pezones. Pero cambiaremos de postura. De pie, medio recostada en el escritorio, volverás a metermela, sujetándome de las caderas. Y, cuando pilles el ritmo, me tirarás del pelo, con suavidad. Y yo gemiré de placer subiendo el volumen de mi voz por cada orgasmo. "¡No pares!"- gritaré con voz sensual y suplicante. Te gustarán mis gemidos, y que disfrute tanto, por lo que cada vez irás más rápido aun. Y me penetrarás con mas fuerza. En los últimos minutos de placer, te pediré que te sientes en el sofá. Y yo me sentaré encima, cabalgando como nunca sobre tu miembro. Sin dejar que me guies, aferrada al respaldo y moviéndome con ágil rapidez, haré que te corras de placer con mis movimientos, mientras observas cómo mis pechos botan a mi ritmo.
Pero hasta que no pase esto, no lo relataré. Creo que estoy obsesionada con que sean "largos", mas o menos, y quiero dar muchos (muuuuchos) detalles sexys. Un beso, espero que te haya gustado! ; ) (A todos, eh)