miércoles, 13 de enero de 2010

Fantasias morbosas

Señor Novio me da confianza, más que ningún otro anterior. A Señor Novio le permito y propongo juegos que siempre me han atraído mucho, pero nunca antes había podido hacerlos.

En casa, tengo una cama grande con barrotes. Antes, cuando Sr. Novio me lo hacía, solo descargaba mi energía orgásmica aferrándome a ellos. Un buen día, se me ocurrió la genial idea de coger 3 pañuelos. Le pedí que me atara las manos y me vendara los ojos. La venda en los ojos no duro mucho, me muevo demasiado, las de las muñecas si, y no veas el morbazo que da.

Jugamos a secuestradores pervertidos. Me ata las muñecas a los barrotes, empieza a desnudarme, acaricia mis pechos y juguetea con mis pezones, los lame y mordisquea. Comienza a bajar la mano, me toca abajo. Me excita tanto que suelo estar supermojada. Introduce un dedo dentro de mí, lo mueve como me gusta, acaricia mi interior con esmero. Lo saca, humedece mi clítoris, lo recorre suavemente, lo palpa, juega con mis labios menores y me toca como yo lo hago, pero mejor, pues es él quien lo hace. Al poco, me pide besos. Yo, como buena secuestrada, me niego ofendida, me meto en mi papel. Me chantajea diciendo que entonces tendrá que bajar, que me dará besos, aunque sea en otros labios... Yo, "resignada", acepto y le beso, por "temor" a que baje. La siguiente vez que eso ocurre, termino por negarme rotundamente. Él entonces baja, se cuela entre las sábanas y entre mis piernas. Inunda mi sexo de besos y de saliva, lamiendo mi clítoris de diferentes formas, todas ellas me vuelven loca, me encantan. Es entonces cuando aprovecho para desatarme (ciertamente no es bueno haciendo nudos, ¿que se le va a hacer?). Aparto la sabana y la colcha y observo como juega con mi zona mas íntima. Ahí me doy cuenta de lo caliente y mojada que estoy. De una forma o de otra, termino con un orgasmo clitoriano superintenso y largo. Me encanta que me toque suavemente, curioseando e investigando, y que su lengua recorra mi sexo. Cuando yo me "voy", me penetra y me enloquece. No se muy bien por qué siento más placer dentro tras haberme "ido" por fuera, es curioso. Me lo hace con fiereza, rápido y fuerte. Me agarro a sus hombros, le araño la espalda, gimo, gimo y gimo de placer sin parar prácticamente. No se cómo poner mis piernas, estoy cansada, pero no quiero que pare. Finalmente, se corre. Exhausto, se recuesta sobre mí. Ambos nos merecemos un buen descanso, aunque él más que yo, todo hay que decirlo ;)

Besos!!

2 comentarios:

  1. He de admitir que me ha encantado, supongo que será el hecho de que me haya recordado esas experiencias ^.^
    Estoy deseando volver a hacerlo (lo de los barrotes ¬¬), y no es que sea malo haciendo nudos, es que no quiero hacerte daño en las muñecas...bueno, a lo mejor no es de lo que mejor se me da ¬¬
    Me encanta juguetear contigo mientras tu no puedes hacer nada, me encanta cuando parece que vas a desencajar la cama intentando soltarte y no puedes, cuando te vuelves loca...
    Frikibesos mi querida Lola

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  2. ya echaba de menos leerte Lola. Yo también tengo abandonado mi blog, pero espero sacar un poco de tiempo para darle al lápiz, y no precisamente el que tengo entre la piernas ;) Besos húmedos

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