lunes, 28 de septiembre de 2009

Vacaciones

He estado un tiempo de vacaciones, sin escribir. No en playa ni montaña, pero descansando un poco. Primero por los exámenes de recuperación, luego por el tiempo perdido. Levántandome a las mil y acostándome igual. Volviendo tarde a casa. No he tenido mucho tiempo para sentarme en el ordenador tranquilamente y dejar que mi mente fluya por los mundanos rincones del sexo, pero mi inspiración y mis ganas han vuelto.
Por fin, después de mucho tiempo, he encontrado mi mitad, en yin de mi yang o el yang de mi yin, como queráis que sea. Y no solo amorosamente, que también, sino sexualmente. Esa persona que hace que me derrita con una caricia, que me vuelva loca cuando me besa, cuando sus manos recorren mi cuerpo... que sacia mi sed sexual!! Insatisfecha nunca, pero si insaciable. Lo era, pero por fin ha aparecido quien me calma, quien me llena tanto que puedo decir: por hoy mi libido esta controlada. Empezamos fuerte. Chan chan chaaaaaan!! Os presento a Miste Pera!! O señor novio, como más gustéis.
Señor novio entra fuerte, pasando directamente al primer puesto. Siendo realistas, por supuesto, hace una semana estaría en el segundo, pero no me han bastado mas que tres polvos (si, suena un poco frívolo, pero este blog es de sexo, no de amor) para descubrir que es el mejor. Supongo que el hecho de hacerlo con la persona a quien amas influye, pero placenteramente, no hay mucha diferencia. Si esto solo fuera sexo, se igualaría a señor Melón, que ya es mucho. Pero no es así, sino que hay un sentimiento por medio que valoro mucho. Hoy puedo volver a decir que he tenido el mejor polvo de mi vida!! Y este fin de semana, inolvidable.
En cuanto vuelva a tener un rato de paz y tranquilidad os cuento detalles. Espero sinceramente que sea pronto. Adoro compartir mis cosas con vosotros!! Besoos!!^^
P.D.: Buenas, SAPO, me encanta que te haya gustado el blog, puedes pasarte cuando quieras :). Una fruta no creo que puedas ser, pero si quieres un relato, pídemelo, que yo te lo escribo!! Me mandas un mail a la dirección que tengo en el margen derecho con algún dato o gusto y te lo escribiré en cuanto pueda. Cuídate! Besoos!!

jueves, 27 de agosto de 2009

Mi foto de perfil ^^


Bien bien. He de decir que esta obra maestra es i.mumm, mi seguidor mas fiel, al menos, que yo conozca. Este hombrecillo tan majo me ha dibujado para mi esta imagen para el perfil! Y no solo eso, sino que lo ha hecho sin ninguna foto mía!

Muchas (muuuchas) gracias!! ya te lo he dicho, me ha encantado!!

Por cierto, a ver si me pones los jeroglíficos mas sencilletes, eh! Que luego me tiro todo el día pensando en qué narices sera esto y esto otro... ¬¬ Un beso enorme!! Y gracias de nuevo!!
Cuidateee!!

sábado, 22 de agosto de 2009

Cumpliendo fantasías!! :D

¿Recodáis que hace unos meses dije que una de mis fantasías sería hacerlo en un coche? Bien, pues hoy ha sucedido, y nada menos que con Sr. Melón!! Me encanta. Su forma de besarme, de morderme, de tocarme... la lástima ha sido que, al estar en un coche, y que pasara hace apenas una hora y pico, el calor era gratificantemente horrible. Una capa invisible me cubría de sudor, pero no caían gotas. Nunca he sudado tanto. Me ha dado mucho morbo que fuese en la calle porque, aunque estábamos en un descampado solitario, ha pasado alguna que otra persona. Ya empezabamos bien, porque fisicamente, he sido yo quien ha dado el "primer paso", es decir, quien se ha acercado bastante poco sutilmente. Me ha encantado, por lo de que me gusta provocar, y porque si tengo confianza, no me gusta ir de timida, sino de "lanzada". Además, aunque no me he quitado el vestido, mis pechos estaban al descubierto, para que los lamiera y mordisqueara a su antojo. Ni siquiera me he quitado mis braguitas sexys. Ahora empiezo a pensar que hubiese estado mejor no habérmelas puesto... Lo único incómodo ha sido que no podía botar libremente, pues mi cabeza se golpeaba con el techo... por lo demás, quitando algún pequeño incidente, todo estupendo! Si es que es imposible que me quede insatisfecha, y menos con este hombre! Echaba de menos lo apasionado que es, que solo con morderme ya llego al infinito clímax. Añoraba su miembro, su forma y grosor; su olor y sabor, que, aunque pueda parecer raro, para mi es algo muy personal y particular, que me lleva automáticamente a otros polvos con él igual de maravillosos; excitarle, solo con lamerle y mordisquearle las orejas; que me sacara los gemidos de esa forma tan salvaje. Ha sido maravilloso no darme cuenta de que estábamos en plena calle, a la vista de cualquier viandante, curioso, o voyeur; teletransportarme de esa forma a mi mundo del placer, en el que he transitado muy pocas veces, y muchas a la vez. Pero si con otros solo estoy de paso unos minutos, él me lleva y me deja allí permanentemente, desde el comienzo hasta el fin del polvo, preliminares incluidos, obviamente. Llevábamos casi un año sin este tipo de encuentros entre nosotros, bien por una cosa o por otra, y la verdad es que ha sido fantástico.

Quiero repetir, y lo sabes. Siempre quiero repetir contigo. Aunque no me quede insatisfecha con prácticamente nadie, solo contigo es así de intenso. Solo tú sabes hacérmelo de esta forma. Solo contigo conecto así. Prométeme que volveremos a repetir. Y que no volverá a pasar otro año hasta que eso suceda. Y yo te prometo que habrá aire acondicionado. Me encantaría ser tu esclava sexual. Que tomaras mi cuerpo siempre que quisieras desahogarte. Nunca he echado tanto de menos a alguien, y menos de esta forma. Por cierto, lo he estado pensando y, creo que me voy a comprar algo para morder cuando esté contigo. No es por reprimir mis gemidos, sino porque me he dado cuenta de que me es necesario morder algo cuando me tocas, cuando me penetras. En casa está la almohada y todos sus usos, pero en la calle no hay nada! Y morder los asientos del coche, además de difícil, me sabe mal, por lo que puedan pensar los futuros viajeros que vayan en él. Ah, volviste a dejarme la entrepierna recalentada... ya te vale!!
Cuídate mucho, un beso (a todos ; ) )

jueves, 20 de agosto de 2009

Mister Kiwi

Mister Kiwi, o vecinito sexy-cachondo, es un amante bastante curioso. Me encanta el sexo con él, pues la verdad es que la proporción de su miembro es estupenda, pero apenas nunca hemos tenido preliminares como dios manda. Nos enrollamos en el sofá mientras vemos Shin-chan en la tele. Nos vamos desnudando y nos toqueteamos, pero, cielo, creo que deberíamos empezar a darle más vida. Me encanta cuando me penetra en el sofá, o cuando cabalgo a horcajadas encima de él en la alfombra. Me derrito de placer cuando acaricia mi parte más íntima, pues pocos me han hecho eso y es algo que agradezco mucho. Prometo que la próxima vez estaré de una forma que me encuentre más cómoda. Me pondré las medias con liga de encaje que he comprado para fantasías y demás. Incluso, si me lo pides, me vestiré de secretaria cachonda a las órdenes de su calentorro jefe. Pero para ello, antes tendremos que hablarlo.
En el caso de que ocurra esto, comenzaré a juguetear contigo. Mi mano se deslizará entre tus pantalones. Los botones de mi blusa se desabrocharán de repente dejando al descubierto un sujetador muy sexy. Me pondré de rodillas y lameré lo que escondes en tu entrepierna. Lo chuparé delicadamente mientras mimo tus huevos. Te masturbaré a la par que mi lengua juguetea y tu miras divertida y picaronamente. Al poco, con un sutil descuido mi falda se caerá, dejando a la vista unas braguitas muy sugerentes. Me sentaré encima de ti mientras te beso, mientras recorro tu cuello, tu nuez,... Te quitaré la ropa que sigas teniendo encima. Me desharé del sujetador y deslizaré mis braguitas sexys, pero no me quitaré ni las medias ni los zapatos, a lo peli porno. Me tumbaré sobre el escritorio y calentarás un poco más mi zona íntima, a pesar de que no lo necesite. Y me penetrarás. Primero despacio, luego irás subiendo la velocidad. Tocarás mis senos mientras, me pondrás muy duros los pezones. Pero cambiaremos de postura. De pie, medio recostada en el escritorio, volverás a metermela, sujetándome de las caderas. Y, cuando pilles el ritmo, me tirarás del pelo, con suavidad. Y yo gemiré de placer subiendo el volumen de mi voz por cada orgasmo. "¡No pares!"- gritaré con voz sensual y suplicante. Te gustarán mis gemidos, y que disfrute tanto, por lo que cada vez irás más rápido aun. Y me penetrarás con mas fuerza. En los últimos minutos de placer, te pediré que te sientes en el sofá. Y yo me sentaré encima, cabalgando como nunca sobre tu miembro. Sin dejar que me guies, aferrada al respaldo y moviéndome con ágil rapidez, haré que te corras de placer con mis movimientos, mientras observas cómo mis pechos botan a mi ritmo.
Pero hasta que no pase esto, no lo relataré. Creo que estoy obsesionada con que sean "largos", mas o menos, y quiero dar muchos (muuuuchos) detalles sexys. Un beso, espero que te haya gustado! ; ) (A todos, eh)

miércoles, 19 de agosto de 2009

Incredulidad

Bueno, esto no es un relato sino una crítica, mas bien.

Me parece increíble que las cosas cambien tanto. Si antes eran las mujeres las que ponían escusas para tener sexo (y digo ponían porque yo no lo he hecho nunca) ahora también son los hombres. O eso, o que yo me he ido a topar con los dos únicos tíos que no les apetecía sexo en el momento que lo he sugerido. Y no solo eso, sino que uno de ellos me dijo que le gustaba una amiga para no hacerlo (sabiendo que entonces yo pararía) cuando en realidad quería decir "Ey, es que ahora no me apetece". Lo mismo es un problema mío, pero según me dijo un amigo, "los tíos siempre tienen ganas, incluso al minuto de acabar de correrse, otra cosa es que puedan". Bueno, remontándome al primer amante que tuve, no es que él me dejara insatisfecha, no, creo que eso es muy poco probable. Empezábamos a follar y nos tirábamos nuestra media hora larga. Pero cuando acabábamos pues yo seguía queriendo más. Aunque con él no tengo crítica alguna, pues follábamos todos los días. Creo que yo soy insaciable, pero con los placeres tan exquisitos que te proporciona el sexo, ¿por que conformarte solo con un orgasmo? Y hablo por las mujeres que solo tienen uno por polvo. Pero ahora empiezo a pensar que eso de que los hombres quieren siempre es un mito. Yo quiero siempre, y os lo puede asegurar Sr. Melón, Sr. Manzana y Sr. Plátano, que además de amantes, también son amigos y hablamos de estos temas. Me encantaría encontrarme con un "insaciable" como yo a ver que pasa. Aun así, yo también creo que tengo mi límite, pero no de saciabilidad, sino de cansancio. Tampoco es que me parezcan bien las escusas tontas de las mujeres tipo "me duele la cabeza", porque yo lo he hecho constipada, con fiebre y con dolor de cabeza y me lo pasé estupendo! Además, creo que luego incluso me encontraba mejor. Enserio, no puedo entender que las mujeres se quejen de que los tíos estén todo el rato pidiéndoles follar y a mí, que no pondría queja alguna, me pasen estas cosas. Pero ¿qué puede ser más entretenido y satisfactorio que el sexo? Y más barato, además, si no te vas con meretrices. Quizá el mundo no está preparado para una mujer como yo.

Renovando a mis amantes

Y entra en escena.... trrrrr el señor Manzana! Si lo que no haga una buena borrachera...

Y así fue! No recuerdo qué bebí, pero estaba muy cachonda. Nos empezamos a enrollar y terminamos follando como mandriles en mi cama. Solo recuerdo que me preguntó si estaba segura de que quería seguir adelante, que me encantó y que lo pasé muy mal en cierto modo porque no podía gemir, ya que no estaba sola en casa... Esta vez no puedo dar muchos detalles porque estaba tan cachonda que pasamos directamente al lio, sin preliminares ni nada! Menos mal que un buen amigo me regaló condones por mi cumpleaños, que si no... Disfruté muchísimo, tuve un millar de orgasmos botando sobre él PERO! Hacía tanto calor que cuando me puse yo debajo terminamos en una ducha de sudor. No me dio asco ni nada, pero era incomodo follar con esos calores. Apenas jadeabamos y le obligué a taparme la boca, porque a mi se me escapan los gemidos con una facilidad increible! Aun recuerdo un día, cuando aun salía con Sr. Plátano, que nos pusimos a hechar un polvo en mi trastero y no me pude reprimir. El pobre estaba cagadito de miedo por si nos había escuchado algún vecino. Pero creo que no fue así... o al menos, con mi promiscuidad, ya estarían acostumbrados... Pero eso es otra historia... El caso es que, tras una lucha perdida contra el sudor, pasé de él y seguí dejandome llevar y disfrutando del primer polvo tras 6 meses y poco (o y pico, ya ni recuerdo) de secano. No preguntéis por que tanto tiempo, solo se que aunque quería, no veía el momento ni con quién.

Ay!! Que pena que Sr. Manzana ya no quiera sexo conmigo... con lo complaciente que soy ; ) !!

lunes, 17 de agosto de 2009

La orgía de mi mejor amigo. Primera parte

Lo bueno siempre se hace esperar, y si no, que me lo digan a mí. Espero que te guste. Feliz cumpleaños!!

Como no voy a dar su nombre real, supongamos que se llama Iker (ya que, en persona, no conozco a nadie que se llame así).

Era ya de noche e Iker acababa de salir de sus clases de tenis. Iba hacia su casa cuando se encontró con Lola, una buena amiga desde hace tiempo. Ella le pidió que le acompañara a un sitio. No le dijo donde, pero él accedió ya que había salido antes y le sobraba tiempo. Lola estaba nerviosa y esa sensación se la transmitió a Iker. Pensó que sería una pequeña fiesta de cumpleaños ya que acababa de cumplir los 18 hace unos días. Lo que él no sabía era que se lo pasaría mejor que en una simple fiesta...

Llegaron a un portal que no conocía. Subieron dos tandas de escaleras y se acercaron a una casa. La puerta, abierta, indicaba que el interior estaba oscuro. De repente, Lola encendió la luz y apareció un montón de gente desnuda, enrollándose todos con todos. En ese momento, ella miró a Iker y le dijo: "Feliz Cumpleaños, espero que te guste y que lo disfrutes muy bien". Acto seguido, comenzó a quitarse el bolso y el abrigo, y fue desnudándose mientras se dirigía a una habitación. Poco después volvió a aparecer por la puerta. Solo llevaba unas braguitas sexys y una camiseta ceñida de tirantes. Le sonrió y se escabulló entre la gente. Iker empezó a pensar que no tenía muchas ganas de estar allí. Él era realmente tímido.

Cuando estaba decidido a irse, una chica preciosa se le acercó y le tocó el hombro. "No te vayas. Me gustas mucho y quiero conocerte más profundamente". Tenía el pelo corto y oscuro y los ojos, verdes. Le cogió del brazo y se lo llevó a una habitación para quitarse la ropa. Ella también iba vestida todavía. Empezó a desnudarse sin ningún tipo de pudor, y en ese momento, Iker pensó: "Menos mal que no me he ido. Es la fantasía de mi vida y casi me la pierdo". Y comenzó a quitarse, poco a poco, lo que llevaba encima. Primero la bolsa de deporte, luego el abrigo. Iba por la sudadera y la chica ya casi había terminado. Solo le quedaba el sujetador y el tanga. Cuando se lo quitó, comenzó a acercarse lentamente hacia nuestro protagonista. Sus pechos le rozaron la espalda y él notó como sus pezones estaban endurecidos. "¿Quieres que te ayude?"- le preguntó ella con una voz sensual. Y se puso delante de él para quitarle la camiseta. Le despojó suavemente de sus gafas y, con un susurro, le pidió que cerrara los ojos. Comenzó a besarle lentamente. El torso de Iker se juntó con los pechos de la chica y la rodeó con sus brazos. Al tiempo de besarse, ella empezó a bajarle los pantalones. Dejó de besarle en los labios y continuó por la mejilla hasta llegar al cuello. Bajó por el torso mientras seguía deslizándole la parte baja del chándal. Cuando le llegaban a los tobillos, la boca de la chica estaba a la altura de su pene. Comenzó a darle pequeños besos suaves y él recordó una escena de una peli X. Eso fue el detonante para ponerle completamente cachondo. Ella reaccionó a eso bajándole los calzoncillos de golpe. Iker continuaba con los ojos cerrados, no quería ver como le observaban desnudo. La muchacha continuó besándole el miembro, pero esta vez en contacto directo con su piel. Él empezó a notar cómo una cosa húmeda y blanda le recorría todo el pene y ella, al mismo tiempo, le masturbaba. Su lengua jugueteaba con la punta del miembro e Iker tuvo que sentarse encima de la montaña de ropa de la gente. Le estaba encantando. De repente, ella se la metió en la boca y comenzó a chupársela. Así pues, mientras su mano derecha le acariciaba de arriba hacia abajo, su lengua se centraba en la punta y el resto de su boca le hacía una felación. Esa combinación le creó tal placer a Iker que, inconscientemente, abrió los ojos para ver como le hacían esa maravilla. Ella lamía, succionaba, chupaba, y el disfrutaba como nunca. Pero aquello solo era el principio...

Querido amigo, he pensado en dividir esta historia también porque luego os quejais de que si las hago muy largas, que si no teneis tanto tiempo, bla, bla, bla. Espero poder publicar la siguiente parte pronto, pero con lo de Mi primer relato estoy bastante ocupada. Además, tengo que hacerle la historia a "Dueño de Snoopy", que también se la prometí hace muuuuuuuucho tiempo y como que me fastidia estar en deuda. Un besooo!! (a todos :·) )

Mi primer relato. Tercera parte

"Metemelá ya! Necesito sentirla dentro de mí"- digo con voz suplicante. Realmente necesito sentirla dentro. Enseguida me coge en brazos, me abraza por la cintura y mis piernas le rodean. Me penetra con ansia. Parece que él también lo necesitaba. Se mueve rápido, me gusta. La noto muy dura y eso me excita. Me empotra contra la pared para estar más cómodo. Jadeamos como perros al correr. Estoy gimiendo como nunca, no me lo creo. No hay ni un solo momento en el que no haya disfrutado. Incluso me encantó sentir su duro miembro en mi boca, tenía buen sabor. Mientras, él se empeña en hacerme gozar, mis pechos se mueven al compás de cada embite. Se da cuenta de ello, y comienza a lamerlos y mordisquearlos suave. Decidimos cambiar de postura. Amontonamos nuestras ropas y él se sienta. Yo me coloco encima y comienzo a moverme muy rápido. Me muerde el cuello. Me derrito. Aferrada a su pelo comienzo a botar lo más rápido que puedo y termino emitiendo el gemido más escandaloso de lo que vá de noche. Parece que esa era la señal, pues me detiene. "Espera, para. Levantate." - me dice, sin casi poder hablar, entre jadeos. Le obedezco. Coge mis manos y las apoya en la pared. Parece que me va a cachear. Eso me divierte. Me penetra fuertemente. En la primera embestida ya comienzo arañando la pared. La saca despacio y vuelve a embestirme. Me encanta. Lo repite más veces y, por cada embite, el cosquilleo de mis dedos de los pies se acentúa. Me agarro del pelo y tiro de él. Bajo la mano y comienzo a acariciar mis pechos. Me pellizco, me meto un dedo en la boca y jugueteo con mis pezones. Comienza a ir entonces más rápido, aunque las embestidas son igual de fuertes. Jadea más profundamente. Contraigo el músculo de mi vagina para que disfrute más. Me acerca a él. Sustituye mi mano por la suya en mi pecho, pero por poco tiempo. Decide bajar la mano hasta llegar a mi clítoris, donde se queda acariciándolo. Cada vez está más fogoso y "agresivo". Va a terminar. Me agarra firmemente por las caderas y me penetra muy rápidamente. Nuestra respiración acelera. Yo gimo de placer, he perdido la cuenta de los orgasmos. Entonces, la saca. Se lo que quiere, y no seré yo quien se lo niegue. Leyéndole el pensamiento, me pongo de rodillas. Aparto su mano del pene y comienzo a masturbarle. Se corre. Se corre sobre mis senos. Juego un poco con ese fluido rstregándolo por mis pezones, pero enseguida lo dejo. Intento acaparar todo lo que pueda en mis manos. "Oye, ¿puedes buscar un kleenex en mi bolso?"- aun estoy acalorada y excitda, se me nota en la voz. Me lo dá y me limpio cuanto puedo. Nos vestimos en silencio y apenas nos miramos. "Bueno, nos vemos mañana en el trabajo, no?"- me dice, como si esto fuera lo más normal del mundo. "Claro"- le respondo divertida. Me hace gracia la naturalidad con que toma la situación. Nos despedimos con otro beso y cada uno se fue por su lado.

Ahá! En efecto, acaban follando. Pero, ¿realmente crees que este es el final? No, amigo! Hay más! Entonces, ¿como continuará esta historia? ¿Follarán en horas de trabajo? (hum, buena idea! me lo apunto y así la continuo cuando no tenga material!) ¿Resultará verdad que él está casado y con hijos pero quiere empezar esta relación paralela? ¿Existirá entre ellos eso de "¿La penúltima en mi casa?"? Quién sabe!! Solo el tiempo lo dirá cuando publique el proximo post de Mi primer relato. No lo busques en otros blogs, no lo encontrarás!

domingo, 16 de agosto de 2009

Me gusta...

Empezando por arriba:

  1. Me gusta que me tiren del pelo cuando estoy haciendo una felación. Me indica que está disfrutando con lo que hago.
  2. Me gusta que me besen en los labios, sin necesidad de que las lenguas se rocen.
  3. Me gusta que me besen suave y tiernamente por el cuello.
  4. Me gusta que me muerdan el cuello con bastante fuerza, pero sin pasarse... ¬¬
  5. Me gusta que me pellizquen los pezones, y que me los mordisqueen suavemente, y que la punta de la lengua juguetee con ellos, y que, al estar duros, los acaricien con la llema de los dedos.
  6. Me gusta que me agarren por la cintura. Creo que es imposible que me niegue a algo si me lo piden mientras me hacen eso.
  7. Me gusta que me besen desde la boca del estomago, bajando despacio hasta el vientre.
  8. Me gusta que me toquen el trasero cuando me beso con alguien.
  9. Me gusta restregar mi trasero por el miembro del chico con el que esté "tonteando".
  10. Me gusta que acaricien suave y despacio mi zona más íntima.
  11. Me gusta que me masturben. Hacermelo yo siempre me aburre.
  12. Me gusta que me penetren solo con un dedo y que lo muevan dentro.
  13. Me gusta que me abracen cuando estoy cabalgando encima.
  14. Me gusta gemir a viva voz, no puedo evitar no hacerlo aunque temo que la otra persona se piense que estoy fingiendo (no es que sea exagerada, es que soy multi!).
  15. Me gusta que me besen cuando estoy follando.
  16. Me gusta que me lo hagan muy fuerte y rápido, aunque eso suele ser cuando ya estoy muy excitada.
  17. Me encanta pedir que me lo hagan más fuerte y más rápido.
  18. Me gustan mis gemidos.
  19. Me gusta mi voz cuando tengo sexo con alguien.
  20. Me gusta chupar y lamer los dedos del chico para provocarle.
  21. Me gusta provocar y excitar en general, pero no soy una calientapo, pues cuando lo hago es porque quiero tema.
  22. Me gusta ver la cara de placer de un chico cuando soy yo quien me muevo.
  23. Me gusta correrme pensando en alguien o recordando escenas de algún polvo que me gustó mucho.
  24. Me gusta correrme en la ducha, aunque de eso poco, que hay que ahorrar agua!
  25. Me gusta que mis amigos se exciten con mis relatos!!^^
  26. Si me gusta que los chicos tengan el pelo un poco "largo", es porque adoro enredarme ello cuando llego al climax.
  27. Me gusta ponerme lencería sexy en casa, aunque esté sola, solo por meterme más en la fantasía que quiera desarrollar.

Me gustan muchas cosas, pero estas son las más destacables.

sábado, 15 de agosto de 2009

Fantasías escolares

¿Alguna vez habéis visto Embrujadas? Va de tres hermanas que, por la curiosidad de una, de repente se convierten en brujas. Bien, el poder de una de ellas es "congelar el tiempo". Mil veces en clase (de una asignatura en concreto) he deseado tenerlo. Y es que tengo un profesor que me pone muy cachonda. Vale, le pasa a muchas personas eso de que de repente te entre un calentón por un/a profesor/a. Pero ¿sabéis lo que es estar tomando apuntes mientras sueñas con abalanzarte sobre él y follartelo en la mesa del profesor? Es muy frustrante fantasear con eso mientras te hablan acerca de Mussolini o Hitler. Es curioso lo que me imagino, porque por una parte "congelo" el tiempo y a las personas que hay en la clase (menos a él, claro) pero yo sigo sentada en plan espectadora mientras por otra parte estoy fuera de clase con el vestuario típico de colegiala cachonda: Minifalda de tablas, camisa blanca con escotazo, calcetines hasta las rodillas, zapatos con un poco de tacón (esto más en pelis x) y, como no, coletas. Entonces, cuando mi Yo de dentro congela el tiempo, la Yo de fuera entra en clase, se acerca sinuosamente al profesor, se sienta en la mesa, le rodea con las piernas y le comienza a besar. Nos acabamos tumbando cómodamente (todo lo cómodo que puedes estar en una mesa de madera) y nos enrollamos mientras el alumnado nos mira (sin ver, pues es como si no estuvieran). Me desabrocha botón a botón de la camisa mientas me come el cuello, acaricia mi cintura y me sube, con mucha picardía y disimulo, la falda. Me saca un pecho sin quitarme el sujetador mientras desliza su mano dentro de mis bragas. Me penetra con sus dedos al mismo tiempo que juega con mis pezones y yo le acaricio su... aparato. Acabamos haciendo un 69 delante de toda la clase (esto lo destaco mucho porque para mi, aunque se que no lo ven, que estén delante, como que no. Aunque sea mi fantasía). Mientras, mi otro Yo, el que está de espectadora, se masturba con la escena. Esta es de esas que no he llegado a desarrollar mucho porque como que tengo que estar prestando atención...

Analizando la situación desde un punto de vista psicológico, he llegado a la conclusión de que no me importa hacerlo en sitios públicos donde fácilmente nos pillen si estoy muy cachonda; y que haya un Yo espectadora me indica de que quiero hacerlo frente a un espejo para verme, porque grabarlo, va a ser que no (por ahora!).

(Llevo meses queriendo publicar esto, pero con eso de tener espías me daba un poco de corte. Espero que lo entendáis)

Mi primer relato. Segunda parte

Ha llegado hasta donde estoy, pero no me dice nada. Simplemente se limita a meterme la lengua aprovechando mis jadeos. Sigue besándome por el cuello, y yo sigo con lo mío a punto de tener el 3º orgasmo. Baja la cremallera del vestido y este se desliza hasta caer al suelo. Comienza a recorrerme, empezando por el pecho. Juguetea con mis pezones, los lame, los mordisquea, sopla un poco, vuelve a morder y... y me corro, con una mano aferrada a su cabello. Aun no me creo con quién acaba de pasar, pero él me lo recuerda: extiende el flujo por mi sexo. Se está lamiendo los dedos. Vuelve a la carga. Me despoja del vibrador y me introduce dos dedos. Dios mío! Que velocidad! Como siga así... Para, los saca y empieza a extender mis fluidos por mis senos. Juguetea con mis endurecidos pezones, comienza de nuevo a lamerlos pero, esta vez, como con ansia contenida, casi agresividad, y me esta volviendo loca. Nunca habia estado tan excitada. Comienza a deslizarse cintura abajo. Besa mi vientre mientras con un dedo juega con los labios menores y el clítoris. Sigue bajando. Que gozada! Y que contraste! Siento su lengua fría en comparación de mi ardiente entrepierna. Lame, succiona, toca, palpa, penetra,... siento combulsiones solo de lo que me esta gustando. Las piernas me tiemblan. Como siga así, me resvalaré y acabaré en el suelo, junto a mi vestido. "Para!"- le digo, con voz temblorosa y jadeante. Si no supiera en que situación estaba, parecería casi un lamento. Obedece y sube de nuevo. Le beso. Le beso muy apasionadamente, de esos besos que dicen "gracias por estar ahí cuando te necesito". Ahora me toca a mi. Quiero devolverle el favor. Le pongo contra la pared. Sigo besándole mas suave mientras le desnudo. Fuera camisa, le beso por el cuello y bajo por los pectorales mientras lucho con su cinturón. Yo soy a los cinturones lo que algunos hombres a los sujetadores, bastante torpe. Gano la batalla y sus pantalones caen junto a mi olvidado vestido. Arrodillada, beso su abdomen mientras le libero de los calzoncillos. ¡Menudo paquetón me gasta el muchacho! Tiene mejor pinta de lo que me imaginaba, y eso que en mis fantasías suelo ser muy generosa. Comienzo lamiendo la parte de abajo mientras que con mis manos le mimo sus huevos, masajeándolos. Primero la recorro entera con la lengua, luego me la meto en la boca, masturbandole con la mano. Mi lengua juguetea con su punta, intentando con empeño que disfrutara tanto como él me lo había proporcionado a mi. Creo que está siendo una de las mejores mamadas que he hecho. Al menos es en la que más me estoy esforzando. También parece quedar muy complacido. Jadea un poco y me tira del pelo. Me excita mucho que le esté gustando. Me levanta y me da otro beso como el que le di antes.

Y esta ha sido, señores, la segunda parte de Mi primer relato. Seguire publicando poco a poco, pero todavía quedan algo menos de 5 páginas. Si, son 8, pero es que a mano como que... además, con eso de ir modificando y tal, hay muchas cosas que incluyo para que quede mas sexy, por eso acaba ocupando más de lo que en realidad es. Si lo publicase todo junto, probablemente os cansaríais cuando aun van por los preliminares, y no quiero. Calculo, aproximadamente, que me llevará como otros dos post más.

¡No te pierdas la siguiente entrega de Mi primer relato! ¿Que ocurrirá esta vez? ¿Le dirá a nuestra protagonista que tiene que irse porque su mujer y sus dos hijos le esperan para cenar, pero que le ha encantado la mamada y que cuando quiera repiten? ¿Pasará por alli, casualmente (no es porque una vecina frígida les haya visto ni nada), la policía y les detendrán por exibicionismo y escándalo público? ¿Follarán apasionadamente como animales en celo? Proximamente: "La segunda parte de: "El desenlace"". Solo en este blog.

lunes, 10 de agosto de 2009

Mi primer relato. Primera parte

Bueno, este es mi primer relato. Lo escribí hará unos 3 años o así y causó mucha sensación en las chicas. En los chicos, no tanta, pues decían que le faltaba “chicha”. Trata de una semi-ninfómana que trabaja en las oficinas de una empresa y que se pone cachonda cada vez que ve a su compañero de trabajo. La ventaja de esta mujer en comparación con la de Yo soy Bea es que esta ya es una diosa, sin necesidad de arreglarse nada. He modificado algunas cosas por cuestión de estética lingüística y porque me gusta más así.

Son las 20:30 y acabo de salir de trabajar. No se está mal aquí fuera, pero me apetece llegar a casa. Hoy, en la oficina, he notado cómo las miradas lascivas de mis compañeros atravesaban mi ajustado vestido y recorrían cada uno de los rincones de mi cuerpo. No estoy descontenta con él, es bonito. Mis piernas largas y delgadas tienen una suave textura. Mis caderas no son estrechas, sino que van en sincronía con mi figura. Mi trasero es pequeño y respingón, carácter adquirido por mis largas horas en el gimnasio. Mi cintura, aunque no es de avispa estilo “La novia de Rogger Rabbit”
es bastante delgada. Y mis redondos pechos siguen desafiando la ley de la gravedad con una talla 92 estando firmes y donde tienen que estar. Mi escote es muy sexy, lo que a menudo incita a miradas furtivas y picantes. Me encanta. Mi cuello es delgado y no muy largo. Mis rizos rubios llegan más abajo de los hombros.

A parte de mi físico, lo que también llama la atención son mis ojos verdes. Dicen que tengo una mirada tan intensa que puedo llegar hasta a hipnotizar y, así, conseguir lo que quiero; pero parece que eso no funciona con mi jefe, pues he intentado que me suba el sueldo o que me ascienda varias veces pero nada. Será porque es gay… Figúrate, a los 48 años decide salir del armario. Me hubiese encantado ver la cara de su mujer. Pero bueno, yo solo quiero el ascenso para estar al lado de un compañero de trabajo que está… para mear y no echar gota, vaya. Que esa es otra, lo único que me quedaba por decir es que soy… un pelín ninfómana. Mi segunda casa es el sex-shop de la esquina. De hecho, me mudé ahí por este, ya que paso gran parte del tiempo allí metida. Pero ahora voy a mi casa real.
No hace mucho frío y parece que se ha ido la luz, pues todo está más oscuro de lo habitual. No pasa nadie por la calle. Necesito llegar a casa lo antes posible, ya que desde las 17:30 tengo que estar soportando cómo el compañero de al lado se mete en páginas porno… es bastante asquerosillo, pero al ver la pantalla pues… oye! Que una no es de piedra! Y el vibrador pequeño del bolso no me ha calmado lo suficiente. Tuve que entrar corriendo en el baño. Mis gemidos hubieran podido oírse en la planta 16 de no ser por mi pañuelo de seda y de la utilidad que tiene el morderlo.

Estoy pasando por un callejón. Dios! No se que me pasa, pero necesito otra vez mi dosis vibratoria. El próximo día optaré por las bolas chinas en vez de este juguete.
“Aaaaaaaaaaah!!!!”. Mierda! Subí demasiado el volumen de mi voz. Bueno, al menos, no llevar ropa interior facilita mucho las cosas ya que no pierdo el tiempo. Madre mía! Pasa alguien! Y yo apoyada en la pared y con el vestido remangado… Lo siento, pero no puedo parar. Estoy llegando a mi 2º orgasmo y mis fluidos chorrean piernas abajo. Que no me vea, que no me vea, que no me vea,… Oh, oh. Viene hacia aquí! Este tío me suena… No puede ser! El hombre que protagoniza mis más placenteras y húmedas fantasías sexuales va a verme así!?


Todavía falta más relato, pero lo voy a publicar en partes para que no se haga muy pesado, ya que es laaaaaaargo a rabiar. Son 8 páginas escritas a mano de principio a fin, sin párrafos ni nada.

Próxima entrega: “El desenlace”. ¿Qué pasará? ¿Su compañero de trabajo la insultará y escupirá por practicar sexo, ya que él forma parte de una secta llamada “Opus Dei”? ¿Pasará de largo fingiendo no verla? ¿O se la follará placenteramente en ese callejón? No te pierdas el próximo post de “Mi primer relato”! Solo en este blog^^

martes, 2 de junio de 2009

Noches solitarias

Esta noche te eché de menos en mi solitaria cama. Mientras mis manos recorrían aquellos lugares de mi cuerpo que tan bien describes, y anhelé que tus dedos no fueran quienes recorrieran mis curvas. Hubiese querido que estuvieras aquí para llenarme de caricias y besos, que tu cálida figura cubriera la mía con un abrazo. Besar centímetro a centímetro cada lugar de tu ser, sobre todo, a la altura del pecho y bajo el ombligo. Que tu lengua recorra mi cuello, mi pecho, mi tripa... Observar cómo juegas con mi cuerpo desnudo mientras una sonrisa aparece en mi rosto. Entrelazar mis dedos entre tu cabello y agarrarlo fuerte cada vez que llegue al clímax. Acariciar suavemente tu virilidad, lamerla, besarla, hacer que llegue a un estado superior... Que me poseas, encajando perfectamente nuestras figuras. Hacerte gozar entre mis piernas mientras nuestras manos se unen, a la par que nuestros labios juegan, con suaves mordiscos de labio y, algo más agresivos, de cuello.
Te eché mucho de menos, de mil formas diferentes.

lunes, 4 de mayo de 2009

Fantaseando con... Edward Cullen. Primera parte

Por mi cumpleaños, me prometieron regalarme la saga Crepusculo. No vi la película por querer leerme antes los libros. Lo siento, me jodieron con Harry Potter y no quería permitir que me pasara lo mismo. A comienzos del puente, llegaron los libros. El viernes comencé a leer el primero y ya me lo estoy terminando (esta noche daré su fin). De su contenido, no revelaré nada, excepto que muchas de las acciones del libro suceden en coches.
Nunca he practicado sexo en un coche. Edward, el vampiro más sexy, sucedido por Ángel, (de Ángel o Buffy cazavampiros), me pone a mil. Es una lástima haber visto el rostro que le pusieron en la película, pues me limita la imaginación cuando lo leo, pero mis últimas fantasías más húmedas suceden con él en la parte trasera de un coche. No lo he llegado a desarrollar mucho, pero hasta donde lo he conseguido, yo me encuentro sentada encima de él mientras nos enrollamos, nos frotamos, restregamos, magreamos... se puede expresar de mil formas, pero solo con pensar eso ya estoy que echo humo. Delicadamente, me quita la camiseta y... bueno, es un vampiro... me pone que me muerdan el cuello. Suele acabar cuando él me lo muerde y ambos llegamos al clímax, el por morderlo y yo porque me lo muerdan. Dado lo avanzado del libro, he llegado a enamorarme perdidamente de él, lo que me hace plantearme una pregunta ¿Es mejor el sexo salvaje o hacer el amor? No creo que uno sea mejor que otro. Solo existe la diferencia de llegar al orgasmo, porque para mí, en la primera situación llego por la intensidad del momento, pero en la segunda, se crea una atmósfera amorosamente apasionada: no solo tienes sexo, sino que lo haces con la persona amada, con la que quieres estar.
La verdad es que esto no es un relato, es solo lo que pienso. A veces necesito expresarme con estas cosas. De todas maneras, si me paro a pensar, me es muy fácil verme haciéndolo con Edward. Solo visualizo cómo el me posee en una cama, mientras yo gozo debajo. No me oigo, pero se que gimo alto. Puedo ver como, en un rápido movimiento, soy yo la que estoy encima. Pero no como siempre. No voy rápido. Mis movimientos son lentos, para disfrutar en cada momento del placer que me provoca hacerlo con él. Es precioso, porque nos sonreímos al "leernos" mutuamente la mente, diciéndonos que queremos un beso.
Para mí esto sería hacer el amor. Y digo "sería" porque por desgracia aun no lo he experimentado. Llevo dos días pensando que si esto no ha pasado ha sido porque la persona adecuada no ha llegado aun. Espero poder conocer eso algún día, pero por ahora, será Edward quien culmine mis fantasías sexualmente amorosas.
En estos días pensaré en un relato con él. Esto se ha quedado un poco light. :D

miércoles, 29 de abril de 2009

Onanismo, que gran invento!

Últimamente, y cada vez con más frecuencia, tengo una sensación bastante conocida. A pesar de que creía que solo me pasaba cuando estaba con otra persona en disposición de mantener relaciones, lo que se suele llamar tensión sexual, ahora me pasa solo con echarle un poco de imaginación. Y es que es un pecado llevar casi 5 meses sin sexo del bueno. El caso es que, apenas me pongo a pensar en algunas personas ya noto dicha sensación, que podría describirse como: el comienzo de un suave cosquilleo a la altura de la pelvis, el calentamiento de mi zona sexual y una gran necesidad de tener roce, aunque sea mínimo. Suele pasarme cuando estoy en instituto, pues estar rodeada de chicos atractivamente sexuales no ayuda, pero la última vez que me ha pasado ha sido esta mediodía, cuando iba a subirme a casa de vuelta de clase. Lo primero que he tenido que hacer ha sido subirme a mi cuarto. Mi zona estaba bastante humedecida y, obviamente, lo he aprovechado. Solo basta penetrarme con un dedo y frotar por dentro un poco para que mis ganas aumenten. Con una mano aferrada a la almohada y mordiendo un cojín sigo frotando, y cada vez con más frecuencia, pero mi sed sexual crece, y cada vez de forma menos controlada. Necesito más, lo se, pero aun así intento pensar que solo con eso me ha de bastar. Lo que siento es una sensación de vacío. El tamaño de un dedo no es comparable con el de un pene. Eso solo sirve para apaños en momentos de necesidad, pero no en estos momentos, que apenas me imagino botando encima de alguien y ya estoy con ganas de juerga. Espero que esta racha cambie pronto.
Mi habitual forma de practicar este deporte no es, pues, solo con un dedo. Mantengo una especie de ritual con mi cuerpo, bastante monótono, la verdad. Para empezar, sintonizo algún canal donde retransmitan películas porno. Comienzo solo viéndolo, y acaricio mis pechos suavemente. Tras esto, suele aparecer alguna imagen que me guste, que suele ser cuando el tío le da placer a la chica. Y es entonces cuando, notándome yo mas receptiva, comienzo a palpar mi zona. Acaricio suavemente el clítoris. Primero simplemente tocándolo un poco, luego ya comienzo con unos movimientos circulares. A medida que la escena de la película me vaya gustando más, yo voy más rápido, pero si me parece poco interesante, sigo con un ritmo calmado. Al llegar a una parte del polvo televisivo que me sea muy agradable, comienzo a ir todo lo rápido que pueda, y ello conlleva a uno de los más exquisitos placeres que he probado en mi vida. Tras una pelea con mi almohada (si, la muerdo prácticamente siempre, pero por no gemir) termina todo, con una maravillosa sensación de recalentamiento entre mis piernas. Después de esto, al tener mas humedecida la zona, es cuando me penetro con un dedo, que viene a ser la guinda final.
Esta noche terminaré lo comenzado a mediodía. =D

sábado, 25 de abril de 2009

Nota informativa

Para todos aquellos que se meten en mi blog simplemente porque me conocen y voy a su mismo centro de estudios.

Queridos compañeros:

He sido informada (aunque ya lo sabia e/o imaginaba) de que mucha gente de clase se ha metido aquí solo para saber si era cierto eso de que escribo relatos personales. Bien, si lo hago, y me siento orgullosísima de ello, pues la gente que los lee porque le interesan los aprecia mucho, ya que tengo la capacidad de transmitir sensaciones maravillosas con mis palabras. No soy una obsesa sexual, ni una viciosa, para nada, solo disfruto de lo que hago y de poder compartirlo con quien quiera leerlo. Si piensas que porque sabes algunas cosas intimas de mi te puedes jactar o vacilarme, vas listo. Me da igual lo que pienses de mi o digas a mis espaldas, si no tienes vida propia, y tienes que ir alimentándote de la de los demás, es tu problema, pero en tu comportamiento solo has demostrado que no eres una persona lo suficientemente madura como para leer las lineas que se suceden, pues solo una persona como tu podría cachondearse de algo tan bello como esto. Solo es literatura, ni mejor ni peor que cualquier otro tipo de cuento, relato, novela, etc., pero la quiero mas, porque nace de mi.
Reflexiona sobre ello.

jueves, 26 de febrero de 2009

Disculpen las molestias... :D

Buenas! siento haber tardado tanto en publicar, pero he estado liada con cosillas y tampoco tenia los animos muy por la labor de escribir. ¿Os podeis creer que he podido pasarme 3 semanas sin tocarme? Si, lo se, no merezco vivir, pero es que sencillamente no me apetecía. Cada vez que me masturbo, a la hora de llegar al orgasmo, se me aparece la imagen de un fantasma (uno muy sexy) que me hizo gozar tanto como ahora echarle de menos. Es taaan complicado disfrutar de un placer tan sublime mientras alguna que otra lágrima resbala por mis mejillas... pero la vida sigue y por suerte y gracias a dos buenisimos amigos supero mis problemas cual perro lame sus heridas tras una dura pelea. De todas maneras, gracias por leerme y espero que disfruteis con mis proximas publicaciones tanto como con la 3ª!!

miércoles, 11 de febrero de 2009

La decisión final

Entre muchas deliberaciones acerca de qué experiencia iba a escribir y de la presión mediática de algunos lectores (que se agradece, por cierto) he decidido que voy a escribir una fantasía. Lo siento, pero no puedo elegir a quién relatar antes.

Hay veces que me imagino que cuando voy a bajar a mi trastero y estoy sola, hay un desconocido. Me motiva mucho la idea de tirarme a alguien que no conozco de nada. Y que se queda en eso, un polvazo con nadie. Me encantaría que apareciese de repente, me agarrase del brazo y me empujara contra él. Yo llevaría un vestido de tirantes y me lo arrancaría con tal fuerza que se romperían. Me pondría contra la pared y empezaría a comerme el cuello mientras me sujeta de las muñecas. Me pondría tan cachonda que las piernas empezarían a temblarme. Me abrazaría a su cuello mientras nos besamos y él me cogería en brazos. Seguiría besándome por diferentes sitios (mejillas, cuello, hombros,...) mientras le quito la camisa. Me desabrocharía el sujetador y volvería a ponerme en el suelo. Mientras me lame los pechos, me quitaría el tanga. Juguetearía con mis pezones a la vez que me acaricia el clítoris. Y me penetraría con sus dedos. En ese momento sentiría que floto. Y mi chip salvaje se activaría. No podría resistirme a tirarme a su cuello, y menos a quitarle los pantalones mientras lo hago. Me arrodillaría ante él y mis manos empezarían a juguetear con su pene. Le acariciaría un poco por fuera y luego se la sacaría. Le masturbaría mientras mi lengua juega con su punta. Empezaría a lamerle por debajo e iría subiendo poco a poco. Cuando ya estuviese toda bien húmeda, me la metería en la boca y comenzaría a chupar, despacio, con delicadeza. Después de un rato, empezaría a subir lamiendo su pecho. Llegaría a su cuello, le besaría. Él me pondría contra la pared y empezaría a penetrarme. Sus manos se entrelazarían con las mías y por cada penetración profunda me las apretaría. Que gozada, por dios. Se tumbaría en el suelo y yo me pondría encima. Comenzaría a cabalgarle. Me agarraría de la cintura y me movería al compás que él quisiera, pero una vez cogido el ritmo, le apartaría sus manos, las mías se apoyarían sobre su pecho, y dejaría que yo hiciese todo el trabajo. Mientras, me acariciaría los pechos y jugaría con mis pezones. Cambiaríamos de postura, poniendome esta vez yo debajo. Una pierna se apoyaría sobre su hombro mientras él me folla intensamente. Entre gemidos, arañazos, besos y mordiscos, llegaríamos al éxtasis, al climax. Se vestiría y se iría sin decir nada, dejándome sola, semidesnuda y sudorosa en el suelo.

jueves, 29 de enero de 2009

¡Que noche la de aquel día!

Nerviosa, en mi casa, a la espera de la llegada de un amigo. Suena mi móvil: "Me he perdido". Después de estar media hora indicándole las señas, por fin suena el telefonillo. Yo seguía inquieta, apenas podía hablarle y mirarle a la cara a la vez. Charlamos durante aproximadamente una hora y decidimos ir a mi cuarto, a ver una peli. Alien vs. Predator fue la elegida. Después de fingir durante un rato que me estaba enterando, empezó a acercarse hacia mi, lentamente. 

He de decir que tengo un sofá en mi cuarto y nos sentamos ahí. Empecé a hacerle cosquillas por el brazo. Al poco, colocó su cabeza encima de mis piernas, y sinceramente, no se como podía ver así la peli, pues la pantalla del ordenador estaba en dirección contraria. Lo siguiente que recuerdo es que él de nuevo estaba sentado y mis piernas arqueadas pasando por encima de las suyas. Al momento comenzamos a besarnos. Me mordió el cuello, y me volví loca. Empecé a gemir, casi a gritar, pues soy bastante escandalosa en ese sentido. Seguimos enrollándonos y comenzó a quitarme la camiseta. Yo le quité la suya. Fuera mi sujetador, comenzó a lamerme los pezones, a juguetear con ellos y a darme pequeños y suaves mordisquitos. Entre besos y un par de mordiscos más en el cuello, me cogió en brazos y me llevó hasta mi cama. Me quito suavemente los pantalones y comenzó a lamerme y a tocarme por encima de mi ropa interior. Estaba realmente cachonda. Me libero de mi tanga negro y comenzó a penetrarme con sus preciados dedos. Me estaba volviendo loca, gemía, gritaba, arañaba las sábanas, mordía la almohada,... Y él no paraba de trabajarse mis bajos, fue increíble. De repente paró. Me dijo que pobres mis vecinos, que les iba a despertar (realmente gemía muy alto). Supongo que sería un pretexto para descansar el brazo. Empezamos a enrollarnos de nuevo y volvió a hablar -¿Sabes qué? Que se jodan tus vecinos- y comenzó de nuevo a meterme sus dedos, ahora más rápido que antes. No se cómo no se desconcharon las paredes de mi habitación, pues no paraba de arañar todo lo que se ponía por medio. 

Muy agradecida, me incorporé. Le pedí que se tumbara en mi cama y me puse encima. Él ya se había quitado los pantalones, así que simplemente deslicé sus calzoncillos y busque un preservativo. Era de sabores, creo que de naranja. ¡Qué rico estaba! Comencé a lamerle la punta de su exagerado miembro, y digo exagerado porque realmente estaba muy bien dotado el chaval. Poco a poco, empecé a bajar y a lamerle el resto. Al momento, me la metí en la boca, y mientras mi mano la sujetaba firmemente y se deslizaba hacia arriba y abajo. Chupaba con ganas, pues quería devolverle el trabajito que me había hecho el antes. Mi lengua, a la vez, jugueteaba con su punta. Estuve así un rato: lamiendo, chupando, jugueteando con mi lengua,... y mientras, masturbándole con la mano. 

Al poco se puso un condón para penetrarme y comencé a botar encima de él. Si lo de antes me volvía loca, esto ya ni te cuento. No sabía como ponerme. Sus manos en mi cintura guiaban mis movimientos, pero mi cuerpo llevaba las riendas del acto. Simplemente cabalgaba, o me recostaba sobre él para que hiciera sus movimientos pélvicos. Pasó un rato entre gemidos, botes y besos cuando decidimos cambiar de postura. Esta vez me puse debajo y tuvo que hacer un gran esfuerzo para no recostarse sobre mi, pues su pene era realmente grande y me molestaba. A pesar de ello, me encantaba lo que hacía. Su forma de moverse era tan salvaje que en cada embestida me hacía perder la cabeza de placer. Y volví a mi línea de arañar y morder todo lo que podía. No paraba de gemir y no era consciente de la afonía que iba a padecer al día siguiente. Fue fantástico. Días anteriores, le comenté que nunca lo había hecho de lado, así que cambiamos de postura; pero no duramos mucho, ya que me gusta mirar a la persona que me está follando. Volví a ponerme a horcajadas sobre él. Cada orgasmo era más intenso, tenía la zona ya muy sensible y con cada gemido gritaba más. Empecé a notar la boca seca, así que, con mucho esfuerzo, le pedí descansar un poco para beber agua. Me puse de pie, pero él aprovechó para cogerme en brazos y apoyarme sobre el respaldo del sofá. Me aferré a su cuello, no sé si le arañé. Intenté ser más delicada que con las sábanas, pero era bastante difícil, todo era tan salvaje que mi comportamiento no iba a ser menos. Mis piernas le rodearon y me aferré a sus hombros. No recuerdo si llegué a clavarle las uñas y apenas podía abrir los ojos del placer que estaba sintiendo. 

Al fin, decidimos hacer una parada para tomarnos algo y bajamos a la cocina. Había pasado hora y media de polvo. Cogimos un refresco y nos fuimos al salón. Mientras nos lo tomábamos, estuvimos viendo cosas en el portátil, pero pronto decidimos volver a la carga. Me cogió en brazos y me subió de nuevo a la habitación. De nuevo yo encima, aunque recostada, por lo que él hacía el trabajo. No se cómo pudo sobrevivir esa noche mi almohada. Cambiamos de postura, esta vez yo debajo, le envolví con mis piernas, mis manos se posaron sobre su espalda y creo que ahí si que no pude evitar el arañarle. Todo estaba llegando a su fin. Para que al correrse, la penetración pudiera ser más profunda, volví a estar encima, aunque ahora completamente recostada sobre él. Empezó a ir mucho más rápido que antes, y mucho más fuerte. Me aferré a la almohada, empecé a besarle y medio morderle por el cuello, luego en la boca, una de mis manos la coloqué en su nuca y, al morder un cojín, se corrió. 

Descansamos un rato y charlamos mientras se vestía. Yo me puse una camiseta "larga". Se iba a ir. Le acompañé hasta la cocina para que bebiese algo antes de irse. Empezamos a despedirnos en la entrada. Al besarnos, mi mano le rozó la piel que está a la altura del pantalón. Me agarro por la cintura y cerro la puerta. Me llevó al salón, y después de unos minutos de guarreo, de nuevo comenzó todo. Esta vez él sentado en el sofá y yo cabalgando encima. Mis manos agarraban el respaldo del sofá mientras botaba con fuerza. No quería que me ayudase, sabía que podía hacerlo sola e ir tan rápido como quisiera. Le estaba encantando. Solo siento el haber gemido tan alto teniendo la ventana abierta, pues era un verano muy caluroso y debían ser las 5 de la madrugada. Me cogió y me puso sobre la mesa. Mi instinto me llevaba a tumbarme, pero si hacía eso, me dolía. Me sentó sobre el sofá e intento penetrarme así, pero era difícil así que volví a cabalgarle. A mi me encantaba, pues a parte del placer que me estaba dando, nunca me había sentido tan salvaje. Cuando iba a terminar, me abrazó, se levantó, y se tumbó en el suelo. Igual que antes, empezó a ir muy rápido y fuerte. Como la penetración no era muy profunda, a mi me encantaba y, con los gemidos de ambos, de nuevo todo terminó. Eran, más o menos, las 6:00. Nos despedimos, ahora en serio, y se marchó. Recogí todo, subí a mi habitación. Me dolía el cuello cuando lo giraba de los mordiscos. Tenía agujetas en las ingles. Pero me daba igual. Era feliz, pues mi dolor solo significaba que acababa de terminar el mejor polvo de mi vida. Me tumbé en la cama. A pesar de que dentro de unas horas haría 24 que no dormía, no tenia sueño, solo cansancio. No cambiaría esa noche ni ese recuerdo por nada del mundo.

Me acuerdo de los detalles, como habréis podido observar, igual que si hubiese sido ayer. No he podido olvidarme de algo tan magnífico. Algunas cosas las he simplificado por no repetir, pero solo paraba de gemir cuando nos estábamos besando y casi continuamente arañaba y mordía. No puedo parar de decir que todo, absolutamente todo, fue genial.

lunes, 26 de enero de 2009

Clasificación e Introducción

Si mis amantes fueran frutas, quien, por ahora, lleva la medalla de oro sería un melón. El de plata, un plátano. Bronce, un kiwi. El 4º sería como una naranja, el 5º, como una mandarina. Y el 6º, como una sandía.

Esta clasificación es para poder dar un nombre a mis amantes. Que sean frutas, es porque no se me ocurría otra cosa. Y que sean esas, es porque son las que mas me gustan, pero no necesariamente el Sr. Melón, por ejemplo, tiene por que ser dulce, de hecho, era todo lo contrario: salvaje, apasionado, seductor, atractivo,… hacía que me corriera con el simple hecho de morderme el cuello. Aun retumban en mi cabeza la fuerza de los gemidos que salían por mi boca cuando estaba con él. Me excitaba desde que entraba por la puerta hasta dos horas después de haberse ido. Su forma de besarme, de acariciarme, de tocarme era extraordinaria. Pero, preeliminares aparte, no tenéis ni idea de cómo era su forma de follarme. Nunca nadie ha dado tanto en el clavo. Me lo hacía a lo bestia y eso me desataba a mi. No sabía lo apasionada en la cama que podía llegar a ser hasta que le conocí. Me desataba, me volvía loca. Siempre creí que yo era más pasiva, pero nunca olvidaré la forma de moverme mientras botaba encima de él. Dios mío, estaba desenfrenada. Sentado sobre el sofá, con sus manos sobre este y yo moviéndome a horcajadas sobre su apreciado miembro. He de decir, que aparte de ser de orgasmo fácil, soy multiorgásimica, por lo que darme placer a mi, no es difícil con la simple penetración, pero lo del Sr. Melón era cosa de los Dioses del Olimpo. Su fuerza y su rapidez hacían que se me quedara la boca seca, pues no paraba de gemir. Pero lo más asombroso, como he dicho antes, era que podía llegar al orgasmo simplemente cuando me mordía el cuello. La forma tan salvaje de comportarse me ponía a mil. Ha sido el único hombre que me ha hecho perder la cabeza.

Ahora simplemente os he descrito cómo me lo hacía. Otro día, os relato la primera vez que follamos. Os juro que esa noche fue la mejor de mi vida.

sábado, 24 de enero de 2009

Presentación

Mujer, a 2 semanas de los 18 años. Cuesta creer que una chica de mi edad quiera dejar de ser inocente tan "temprano". Y no lo digo por mis años de ahora, sino por los años en los que, estando sola en mi cuarto, deseaba que alguien me hiciera lo mismo que yo veia en la peli porno de turno mientras me masturbaba apasionadamente. Mucho tiempo ha pasado de eso, pero las ganas que le pongo a mis relaciones sexuales siguen siendo las mismas o incluso mayores. En este blog describiré como si fueran relatos eróticos algunos de los momentos de cama en los que más he disfrutado (atendiendo a la privacidad de mis amantes, obviamente) y contaré agunas de las fantasías que mas me excitan. Espero que os guste.